Impuestos en España

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Impuestos en España para jubilados, expatriados y nómadas digitales

Impuestos en España

En España, los impuestos se gestionan de forma diferente para los expatriados que para los ciudadanos españoles. Para los expatriados, los impuestos en España pueden dividirse en dos categorías: impuestos sobre la renta e impuestos sobre el patrimonio. Impuestos sobre la RentaLa Agencia Tributaria recauda los impuestos sobre la renta a través de diferentes impuestos: Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), Impuesto sobre la Renta de no Residentes (IRNR), Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), Impuesto sobre Sociedades (IS) e Impuesto sobre el Patrimonio.

El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas sólo se aplica a los residentes en España, y se basa en su renta global. Esto incluye salarios, ganancias de capital y otros ingresos imponibles obtenidos durante el ejercicio fiscal. El Impuesto sobre la Renta de no Residentes es aplicable a todas las personas físicas que no tengan la consideración de residentes fiscales en España. Sólo pagarán impuestos por sus fuentes de ingresos españolas, como propiedades en alquiler y otras inversiones.

El Impuesto sobre el Valor Añadido se aplica a todos los bienes y servicios suministrados en España, con pocas excepciones, como la energía y los servicios sanitarios. Las empresas que operan dentro del país tienen que registrarse a efectos del IVA; las empresas no residentes también tienen que registrarse a efectos del IVA si suministran bienes o prestan servicios que pueden someterse a imposición con arreglo a la normativa del IVA. El Impuesto de Sociedades grava todos los beneficios de las empresas, independientemente de que se obtengan en España o en el extranjero. El tipo impositivo depende del tamaño de la empresa y oscila entre el 25% y el 30%. Por último, el Impuesto sobre el Patrimonio se aplica a todos los contribuyentes cuyo patrimonio neto supere un determinado umbral fijado por ley cada año en el 0,2% o el 0,3%, según la región en la que residan en España. Este impuesto se aplica tanto a los residentes como a los no residentes y afecta a los bienes muebles, las propiedades inmobiliarias, las inversiones financieras y el parque automovilístico, entre otros activos.

Fiscalidad de los activos Además de los impuestos sobre la renta, los expatriados también pueden estar sujetos a impuestos sobre sus activos mantenidos fuera de España pero dentro de los países de la Unión Europea; esto incluye impuestos como el Derecho de Sucesiones y Donaciones. Estos impuestos se aplican con independencia de que el activo se haya adquirido dentro o fuera de España – los expatriados deben declarar a efectos fiscales cualquier activo adquirido dentro de los países de la UE si su valor supera los 700.000 euros por persona y año dentro de los países de la UE, excluidos Irlanda, Reino Unido y Dinamarca; estos umbrales varían de un país a otro, aunque suelen oscilar entre 100.000 y 400.000 euros por persona y año, dependiendo del país de la UE en el que se haya realizado la transacción o transacciones.